Esta Declaración busca el compromiso para acelerar la elaboración de políticas alimentarias integradas como un instrumento clave en la lucha contra el cambio climático. Pretende reunir a autoridades locales de todo tipo y tamaño -desde ciudades pequeñas y medianas hasta megaciudades, distritos y regiones, estados federales y provincias- que se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y exhorta a los gobiernos nacionales y a las instituciones internacionales a actuar.