"No necesitamos ser expertos para saber que este proyecto estaba condenado al fracaso, no necesitamos presumir sabiduría para entender que la arrogancia paisa nos impuso esta obra de destrucción, nos impuso el mal llamado desarrollo que hoy por fin sabemos lo que es. Desarrollo para Hidroituango es: no tener casa, ver las montañas caerse, ver los puentes inundados o destruidos, nuestros enseres y cultivos perdidos, no tener comida, estar enfermos, no dormir de la angustia, no escuchar a las guacamayas, a los pájaros y demás aves del bosque, estar sin peces, el desplazamiento forzado."