Hace más de un milenio, los Pueblos Imazighen del Sur de Marruecos diseñaron un espacio comunitario destinado a preservar la alimentación, el “granero colectivo fortificado” o agadir. Allí guardaban no solamente el grano, las semillas y las herramientas agrícolas, sino también reservas de agua y se refugiaban con sus animales para resistir a los asedios.