La instalación del gobierno del Primer Ministro Kevin Rudd en Australia estuvo enmarcada por dos aspectos importantes: primero, el término del controvertido periodo de 12 años del ministro Jhon Howard; y segundo, la petición de perdón por los años de penuria y crimen cometidos por el Estado a los pueblos indígenas y por la indignidad y degradación perpetrada sobre un pueblo y una cultura llenos de orgullo, y a las madres, padres, hermanos y hermanas, por romper familias y comunidades