Entre los múltiples impactos de la expansión sojera se destaca la reducción de la seguridad alimentaria de los países productores al destinarse a su cultivo la tierra que previamente se utilizaba para la producción lechera, granos o fruticultura. Mientras estos países continúen impulsando modelos neoliberales de desarrollo y respondan a las señales de los mercados externos y a la economía globalizada, la rápida proliferación de la soja seguirá creciendo y, por supuesto, lo harán también sus impactos ecológicos y sociales asociados