"Este documento plantea como argumento central que, al haber surgido en la gestión dominante del cambio climático, el enfoque de género que predomina está preocupado por cómo este afectará a la capacidad de las sociedades de desarrollarse, adaptarse y mitigar (Stock 2012; Arana Zegarra 2017). Es decir, al poner en evidencia las desigualdades de género, su objetivo es plantear soluciones pragmáticas dentro de las estrategias establecidas por el gobierno global de cambio climático".