Los agroecosistemas son, en principio, un tipo particular de ecosistemas orientados a la producción —a partir de la tierra— de bienes materiales útiles a los seres humanos. Su estudio dista de ser simple. La totalidad concreta en cuestión incorpora una dimensión más a su complejidad en la medida en que el trabajo de los seres humanos se vuelve un factor clave en la estructuración de los mismos y en la determinación de sus flujos de materia y energía.