¡Firma la carta! La contaminación continua y la muerte lenta del Lago Titicaca y sus afluentes es altamente preocupante. Los niveles de plomo, mercurio, cadmio, entre otros, que se han reportado, exceden los niveles permitidos y presentan una amenaza para la salud de las comunidades aledañas del lago, violando derechos humanos fundamentales como a la salud, al agua y a un medio ambiente sano.