"Durante unos 500 años, la lógica del capitalismo de acumulación eco-genocida ha presidido tanto la erradicación física de la vida humana y no humana como la erradicación cultural de los idiomas, las tradiciones y el conocimiento colectivo que constituyen la diversidad de la vida. Necrotiza la biosfera planetaria, dejando solo la descomposición. Quema la biblioteca de vida prácticamente irrecuperable y erradica simultáneamente sus futuras obras maestras".