Sexismo, racismo, explotación económica y dominación política están en la base de la “coincidencia” del control de la natalidad a través de la esterilización de mujeres negras e indígenas de las Américas y de otras partes del mundo. Ser mujer, no ser blanca, vivir en países del sur, ser pobre, son factores que, en un contexto marcado por ideologías productoras de inequidad como racismo, sexismo y otras, generan vulnerabilidades a las que están expuestas millones de personas (...) Luchamos para que otros seres humanos no reciban el trato que nosotras las negras y los negros hemos recibido en los últimos 500 años