El despoblamiento del campo es un fenómeno complejo y multidimensional que tiene causas diversas como la guerra, las presiones del agronegocio, la concentración de la tierra, la falta de acceso a mercados, la vulneración a derechos fundamentales o la avasallante narrativa del progreso. Este fenómeno de despojo, que se vive en toda América Latina, tiene un correlato con el crecimiento de los cinturones de pobreza en las ciudades y es una expresión del periodo de crisis civilizatoria por el que estamos atravesando. El modo de producción y consumo hegemónico expulsa a las juventudes del campo y niega posibilidades a las juventudes de la ciudad, lo que atenta contra la soberanía y la justicia social de los pueblos. Aun en este contexto, desde diversos esfuerzos de organización se busca resistir y construir nuevos horizontes para la permanencia, el retorno o la incorporación de jóvenes al campo, a través de la agroecología y el mundo nuevo que contiene.