El pasado 16 de octubre, se celebró el Día Mundial de la Alimentación con el lema: El Clima está cambiando. La Alimentación y la Agricultura también. Esta frase está en sintonía con la propuesta de las grandes empresas transnacionales que continúan influyendo en los hábitos alimenticios, por su poder económico y el control en la producción de alimentos, a costa de los daños casi irreversibles provocados al medio ambiente, la salud de las personas y la erosión genética, a través de su trinomio: maquinaria, agroquímicos y el monopolio de las semillas.