La industria de la ingeniería genética extrema, la biología sintética, abandona rápidamente sus antiguas promesas de anunciar un futuro limpio, verde y post-petrolero. En su lugar, muchos ejecutivos de la industria de la biología sintética y de empresas de reciente creación tratan de crear alianzas con los intereses de las industrias energéticas vinculadas a la fractura hidráulica (fracking) de petróleo y gas de esquisto, lo cual incrementará, de hecho, la economía extractiva basada en recursos fósiles, que es la principal causa del calentamiento climático planetario y otros problemas ecológicos y sociales.