A la vera de las inmensas carreteras brasileñas se encuentran acampadas más de 150.000 familias campesinas que aspiran a la propiedad de una pequeña hacienda. El MST apoya esta demanda de los braceros desde su creación hace tres décadas. Hoy, convertida en una de las organizaciones sociales más importantes de Latinoamérica, mantiene su lucha en un escenario aún más complejo, globalizado, donde confluyen intereses económicos de enormes dimensiones.