"La terrible mortandad de peces que se observó los primeros días de febrero tuvo que ver con que la creciente de los ríos coincidió con el reciente abonado de las tierras y repentinamente el envenenamiento se potenció, llevando a los arroyos y los ríos cantidades de agrotóxicos insoportables para la vida de diversas especies ictícolas".
Confirmado: Los peces mueren por los agrotóxicos y no por la temperatura del agua