La conferencia anual de la Naciones Unidas sobre clima, se supone, es el espacio donde se puede encontrar una respuesta internacional al problema más urgente de nuestro tiempo, la crisis climática. Pero para gran parte de la asistencia, la Conferencia de las Partes (COP) realizada en Dubái en diciembre de 2023, pareció más un evento empresarial. Los movimientos sociales estuvieron, en gran medida, ausentes. Parte de esto se debió a los obstáculos que enfrentan las movilizaciones en un país anfitrión represivo (situación que ocurre por segundo año consecutivo, después de Egipto en el año 2022). El boicot en solidaridad con Gaza también mantuvo a los activistas en sus países. [1] Las corporaciones, por el contrario, asistieron en masa. El personal dedicado al cabildeo de la industria de los combustibles fósiles y de la carne sumó un récord de 2.756 personas que repletaron las salas y pasillos. Uno de ellos, el presidente de la compañía nacional de petróleo de los EAU, presidió la conferencia. [2]