Han pasado casi veinte años desde que se introdujo por primera vez el Arroz Dorado, un arroz enriquecido con Vitamina A mediante ingeniería genética. Pese a ser promocionado por sus partidarios como una cura mágica para la deficiencia de vitamina A, hasta ahora el Arroz Dorado no ha cumplido su promesa. Diversos estudios han mostrado sus fallas; su atrofiado crecimiento y sus bajos rendimientos cuando se cultivó con arroz swarma en India, la degradación de su vitamina A durante los periodos de su almacenamiento.