Irrefutablemente el cambio climático ha dejado de ser una amenaza lejana para convertirse en el mayor desafío que enfrenta actualmente la humanidad. Los drásticos cambios en las temperaturas y precipitaciones que se registran en las últimas décadas lo evidencian. Esta situación tiene como efecto un cambio profundo en la forma en la que la sociedad entiende su relación con los entornos físicos que nos cobijan. En dicha línea, es ineludible reconocer que los efectos del cambio climático no repercuten sobre todas las realidades sociales por igual. Si la desigualdad ya era una barrera por superar, con el cambio climático en marcha esta se profundiza y se hace más urgente de atender.