"Con esta patente, el instituto de investigación se apropia de los conocimientos medicinales y no reconoce la contribución de las poblaciones indígenas y locales. En 2018, la Oficina Europea de Patentes que debía dar su decisión sobre este caso, sorprendentemente consideró la patente como válida. Esta decisión muestra hasta qué punto los derechos de los pueblos indígenas están lejos de ser respetados".