"La realidad es que desde fines del siglo pasado crece año a año el consumo de herbicidas y fungicidas, lo que lleva a poner en duda la eficacia de los OGM que deberían ser resistentes a las plagas. La realidad es que la tierra está siendo adaptada de manera forzada a los monocultivos, que los tóxicos están penetrando los conductos fluviales y aniquilando especies animales. La realidad es que es mejor ni pensar cómo impacta esto en el organismo humano."