El creciente apetito por la carne y el incremento en el consumo de proteína a nivel nacional, ha provocado un aumento exponencial de megagranjas de cerdos en la Península de Yucatán, cuyas aguas residuales se descargan en la selva maya, acabando con la vegetación en donde se riega en al menos cinco municipios yucatecos: Kinchil, Maxcanú, Opichén, Chocolá y Homún.
En riesgo selvas y cenotes de Yucatán por megagranjas porcinas