El debate sobre los problemas de la agricultura y la alimentación en el mundo globalizado de nuestros días pasa necesariamente por reconocer la confrontación entre dos grandes modelos de desarrollo rural, uno de inspiración neoliberal y otro basado en la economía familiar campesina, fundamentado en la propuesta de la Soberanía Alimentaria. Ambos modelos los encontramos tanto en los países ricos como en los países empobrecidos, rompiendo con las clásicas diferencias norte/sur