"Ahora es momento de que el movimiento alimentario entienda la llegada de Trump al poder como un reflejo de lo que está mal con nuestro sistema económico y político. Sí, Donald Trump es un asalto atroz a los derechos humanos y a la mínima decencia – pero el problema no es él. El problema es el sistema que permitió que llegue Donald Trump y otros como él y que siga trabajando a favor de sus intereses."