"A partir del enfoque del oficialismo en Tiquipaya II, se está abriendo una brecha también en la manera de enfocar la lucha contra el cambio climático. Su mensaje central no es la transición, sino la defensa del derecho al desarrollo y la postura de que "no somos guardabosques del imperio”. No se ha buscado un discernimiento de lo vinculada que está nuestra matriz productiva, económica y social con las bases estructurales de la crisis climática, y que eso hace vulnerables a nuestras economías basadas en la producción de energía fósil, de la cual emerge la redistribución social. "