Los trópicos perdieron más de 12 millones de hectáreas de cobertura arbórea en 2020, según los últimos datos mundiales. De ese total, 4,2 millones de hectáreas, un área del tamaño de los Países Bajos, se encuentran dentro de bosques primarios tropicales húmedos, que son especialmente importantes para el almacenamiento de carbono y la biodiversidad.