Un área de 263 kilómetros cuadrados del sureste de Nicaragua se ha convertido desde el martes en un enclave chino en Centroamérica. Los líderes indígenas de las etnias rama y creole firmaron un "acuerdo de arrendamiento" con el que ceden indefinidamente el control de las tierras para la construcción de un gran canal interoceánico, cuya concesión fue entregada por 100 años a la empresa china HKND, propiedad del empresario de las telecomunicaciones Wang Jing.