La FAO estima que para 2050 habrá un avance de unos 70 millones de hectáreas de la frontera agrícola en el mundo pero su cálculo señala una reducción de 63 millones de hectáreas en los países desarrollados y, por lo tanto, una intensificación del aumento de unas 132 millones de hectáreas en los países en desarrollo del sur del mundo.