A más de 25 años de la aprobación de la soja transgénica en Argentina, denunciamos todo el modelo del agronegocio y el perfil extractivista de nuestra producción. En mayo de 1996, se inauguraba, de la mano del entonces Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación Argentina, Felipe Solá, un modelo tóxico basado en agrotóxicos y eventos transgénicos. Después de más de 25 años del inicio de ese modelo ecocida y genocida, las consecuencias las vivimos en primera persona a lo largo y a lo ancho del país. La vivimos en los alimentos cargados de agrotóxicos que consumimos. En la desertificación y pérdida de nutrientes de nuestros suelos. En la concentración de riquezas y tierras, y la expulsión de comunidades enteras del campo.