Colombia es uno de los países con mayor concentración de la propiedad de la tierra a nivel continental y global. Algunas razones nos permiten pensar que con la aprobación de un TLC con los EEUU la propiedad de la tierra tendería a estar cada vez en menos manos. En el ámbito agrícola y alimentario adoptar la figura del trato nacional en materia de inversiones, implica que las empresas estadounidenses podrán adquirir territorios con mayores facilidades para desarrollar proyectos agroindustriales, mineros, energéticos, etc. Adicionalmente, el punto crucial de la figura es la extrema dificultad que tendría el Estado para adelantar una política de redistribución de la tierra