“Que los pequeños productores no tengamos tierra afecta a todo el pueblo” – Lucas Tedesco UTT
Este lunes 20 y martes 21 de septiembre la Unión de Trabajadorxs de la Tierra realizó frente al Congreso Nacional un acampe exigiendo el tratamiento del proyecto de Ley de Acceso a la Tierra, presentado por la organización en octubre del año pasado por tercera vez.
Charlas, verdurazos, yerbatazos, tractores alrededor del Congreso; cientos de compañeros y compañeras productores llegados desde muy distintos puntos del país; a modo de balance Lucas Tedesco, de la coordinación nacional de la UTT dice “estos dos días fueron dos días de lucha intensos con muchas actividades y estamos muy contentos también de la repercusión que se viene dando”.
Huerquen: ¿En qué consiste el proyecto de Ley de Acceso a la Tierra?
LT: En concreto consiste en créditos blandos, acordes a los pequeños productores, a las familias campesinas de nuestro país, para que puedan acceder a ser dueños de las tierras. Así como fue el procrear para la clase media y un poco más, que accedió a la vivienda, a tener un terreno para construir y poder ser independiente y no alquilar más. Bueno nosotros básicamente lo que estamos pidiendo es lo mismo: no queremos alquilar más. Hoy el 70% de los pequeños productores en Argentina, que somos los que producimos el 60% del alimento que hay en tu mesa cada que te sentás a comer, ese 70% de los productores alquilamos la tierra.
Tiene que ver con los derechos de las familias campesinas. Hoy en el cinturón hortícola de La Plata, Varela, Berazategui que es uno de los más importantes del país, una familia que alquila la tierra viven en condiciones indignas, porque no pueden construir su casa con materiales nobles porque el dueño no se lo permite. Entonces viven prácticamente con la misma construcción con las que hacen los invernaderos: nylon, algo de chapa, cartón. Así viven las familias que producen el alimento que comemos todos. ¿Cómo podemos permitir que eso suceda?
Solo el 13% de la tierra está en manos de pequeños productores que producen más del 60% de los alimentos que circula en el mercado interno; mientras que el 1% de las empresas agrarias controlan el 36% de la tierra cultivada en nuestro país.
Hqn: ¿Por qué es importante que la población de las ciudades apoye este proyecto?
LT: La ley de acceso a la tierra también repercute directamente en el precio los alimentos. Porque nosotros vamos la otra forma de producir que tiene que ver justamente con el respeto de la tierra, con producir agroecológicamente. Cuando producís agroecológicamente dejás de contaminar a tu familia y a los consumidores; y también descalzás la producción del dólar, porque las familias que producen utilizando veneno están atadas al paquete biotecnológico de las grandes empresas multinacionales como Bayer-Monsanto que está dolarizado. Eso directamente repercute en los precios.
Al mismo tiempo lo que se generaría es que haya producciones de verdura de alimentos, de chanchos, de leche, de quesos, en los diferentes municipios y provincias, y que no tengan que hacer 200, 300 o 1000km para poder traer carne o para poder llevar tomate al sur. O sea que afecta a todos los argentinos y a las argentinas que los pequeños productores no tengamos tierra para producir porque las consecuencias de esto lo vemos en que cada vez hay más tierra concentrada en pocas manos y en el precio de los alimentos.
Hqn: ¿Cómo estás leyendo la llegada de Julián Domínguez al Ministerio de Agricultura para el otro campo?
LT: No sé hasta donde tienen poder de decisión los ministros de agricultura. Para nosotros hay una agenda que parece que se la vienen construyendo los grandes grupos del agronegocio; que son los que hacen lobby en del Congreso y son los que avanzan cada vez más. De la tenencia de la tierra nadie dice nada. No hay ninguna ley que regule las tierras de los pueblos originarios en general. Venimos viendo cómo crece el agronegocio. Hablamos del ministerio de agricultura, pero Felipe Solá acordó con China las megagranjas porcinas; y terminaron de cerrar el trigo transgénico y está claro que es parte del paquete de biotecnológico que sigue contaminando la Argentina. Nosotros justamente décimos que hay cuestiones de base qué hay que empezar a discutir, sobre todo por la salud de los argentinos y las argentinas. Pero parece que se discute en otros ámbitos: el presidente decide reunirse varias veces con la mesa de enlace, o el consejo agroindustrial, justamente con estos poderes concentrados. Y bueno, más allá de que nos recibió a principio de año, donde le contamos la ley de acceso a la tierra, y nos acordamos que asumió su mandato hablando de agroecología, hablando de soberanía alimentaria, hablando economías regionales… pero lo que no paró de crecer en estos últimos 2 años es el agronegocio, no paró de crecer también la inflación, y no paró de crecer la pobreza. Entonces nosotros realmente alertamos que la ecuación no está funcionando.
En medio de una pandemia seguimos apostando el agronegocio, a estas empresas. Por ejemplo del trigo transgénico, se sembró en Argentina sin ningún tipo de permiso de comercialización más de 50.000 hectáreas a través de la empresa multinacional como Bioceres. Nosotros reclamamos políticas públicas para bajar los costos del alimento, para construir canales de comercialización más justo, hablando de agroecología. Y venimos llevando adelante muchas de estas propuestas no esperando a ningún gobierno.
Uno piensa, si uno estuviera en el gobierno, estratégicamente, ¿por qué se está favoreciendo y haciendo cada vez más poderoso justamente a esos sectores? que después te hacen un lockout patronal, que apoyan a los gobiernos neoliberales, que se beneficiaron con la deuda, por ejemplo Vicentín… Me parece que hay ahí hay que ponerse a pensar esta cuestión: más del 40% de la tierra cultivable nuestro país está más de 1200 familias. Ni siquiera estamos planteando la reforma agraria con esta ley de acceso a la tierra.
Es necesario que empecemos a hablar de soberanía. Nuestro proyecto de ley no va en contra de nada, sino que va a favor justamente del sector que produce alimentos sanos seguros y soberanos.
El cierre fue con música y fiesta (¿el primer festival callejero pospandémico?): tocaron el Dúo Mayorista de compas de la UTT, Susi Shock, Eruca Sativa, Sudor Marika, Bruno Arias y Cumbia-Cumbia.