Andalgalá: ¿cuántas veces hay que decir NO?
Desde las asambleas que participamos en la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC) nos preguntamos ¿cuántas veces hay que decir NO? ¿Cuántas caminatas tienen que hacer los pueblos para que escuchen nuestro NO? ¿Cuántos cortes de ruta se deben soportar? ¿Cuántas manos hay que alzar y entrelazar para decir NO PASARÁN? ¿Cuántos gritos hay que expresar? ¿Cuánto argumento real hay que presentar? ¿Cuantxs defensores del agua y la tierra tienen que soportar el dolor?
Se abrió un nuevo capítulo en el enorme libro de nuestras luchas contra la megaminería: M.A.R.A. (Minera Agua Rica Alumbrera) comenzó a operar ilegalmente en el Nevado del Aconquija. Y lxs catamarqueñxs dijeron una vez más que NO. Y en ese NO, nos plegamos desde todo el NOA, desde la Patagonia, desde el Litoral, desde Buenos Aires y toda la región centro, desde el NEA, desde cada rincón del territorio en donde hay una asamblea.
Somos muchxs lxs que estamos con los ojos puestos en Andalgalá en este momento.
Somos muchxs lxs que sentimos ese nudo en la garganta, esa angustia asfixiante de saber que están perforando los cerros y de tener compañerxs presxs. Porque decir “tocan a unx, tocan a todxs” no es un eufemismo. No hay consenso social para la megaminería. Nuestra angustia, esa angustia colectiva, es la misma que sentimos en el 14° encuentro de la UAC, en 2010, cuando recorrimos Andalgalá al grito de NO es NO y compartiendo en la plaza conociendo la historia de la asamblea El Algarrobo y su larga lucha de tantos años.
Esa angustia, ese nudito en las gargantas de miles de personas, se parece bastante a un puño cerrado en alto. Porque si algo nos enseñó esta lucha, es que resistimos colectivamente a los embates del extractivismo.
Así sucedió cuando quisieron anular la Ley 7.722, aquel diciembre de 2019 en Mendoza, en que inundamos sus calles y sus rutas de resistencia. Lo mismo que hoy sucede en Chubut con los insistentes intentos de aprobar la Ley de Zonificación Minera a fuerza de represión, corrupción, atentados y criminalización.
Los medios dicen que “se tensa el clima social en Andalgalá”. Nosotrxs decimos que el clima en Andalgalá es tenso desde que se instaló La Alumbrera. Es tenso desde que lxs vecinxs sufren la violencia estatal y la prepotencia de las empresas mineras, con la complicidad de las instituciones universitarias (YMAD UNT) que reciben fondos para pagar el silencio. Es tenso desde que hay allanamientos masivos, violencia policial y detenciones arbitrarias. Es tenso desde que Minera Agua Rica Alumbrera avanza con su rechazado proyecto minero de oro y cobre. Estamos mirando a Andalgalá desde todos los territorios.
Ni Minera Agua Rica Alumbrera, ni ningún gobierno puede atropellar los derechos de quienes estamos en pie defendiendo el territorio y la vida.
Todavía tenemos siete compañerxs injustamente detenidxs. Estamos preocupadxs por su estado de salud y exigimos su inmediata liberación:
Sara Fernández
Aldo Flores
Walter Mansilla
Enzo Brisuela
Matías Paz
Damián Abel
Augusto Brizuela
La megaminería es política nacional, impulsada por Alberto Fernández desde las PASO, por eso hoy Andalgalá está militarizada con policía local, pero también por Gendarmería. Hacemos responsable al presidente Alberto Fernández, junto con el gobernador Raúl Jalil por la integridad física de nuestrxs compañerxs.