Yacyretá: la energía que inunda ciudades
La electricidad que muchos argentinos y paraguayos consumen diariamente proviene en parte de represas. El 14% del consumo argentino se genera en Yacyretá. Para aumentar su generación la represa subió sorpresivamente el nivel del embalse inundando a miles de pobladores en Paraguay.La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) quiere subir cinco metros más el nivel, lo que sumaría 50.000 damnificados sobre los 30.000 que ya perjudicó la represa
El presidente electo paraguayo, Fernando Lugo, exigió bajar a cota 78 y anunció el despido de los responsables, en medio de una controversia judicial.
La multimillonaria inversión mediática que caracteriza a Yacyretá desde su inicio no puede ocultar los enormes daños económicos, sociales y ambientales.
Encarnación y Posadas, 8 julio 2008 (prensa PROTEGER).- En medio de la crisis energética, el gobierno argentino, el paraguayo y la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), y dos disposiciones judiciales contrapuestas, toman medidas dispares sobre la altura del embalse que provee el potencial energético para la conflictiva represa. Miles de habitantes de Encarnación vieron inundarse sorpresivamente sus hogares y comercios luego de que la EBY dispuso repentinamente elevar el embalse.
Como se sabe, hace pocos días la hidroeléctrica subió nuevamente su cota (nivel del embalse) superando los 78 metros. El incremento de las aguas inundó zonas bajas en la ciudad paraguaya de Encarnación. Yacyretá pretende seguir subiendo hasta los 83 metros, altura con la que obtendría su mayor potencial energético, alcanzando el 20% del consumo argentino.
Gran parte de lo que corresponde al Paraguay se vende a Brasil, con una larga polémica alrededor de los precios. Precisamente el presidente electo paraguayo, Fernando Lugo, exigió bajar el embalse a cota 78 y anunció que apeas asuma su cargo, castigará con todo el peso de la ley a los responsables.
Lugo anunció textualmente que “ante la situación de emergencia medioambiental e hidrosanitaria de las ciudades de Encarnación y Carmen del Paraná, por la irresponsable decisión de las actuales autoridades paraguayas ante la EBY que autorizaron la elevación de la cota a 79 mts., el gobierno electo reclama la reubicación de todos los pobladores, sellado y limpieza de letrinas, sellado de pozos artesianos, verificar la estanqueidad del desagüe cloacal, remoción de la estructura edilicia, limpieza de márgenes de arroyos embalsados y la concreción de un sistema de alerta frente a grandes lluvias, para la ciudad de Encarnación”.
Asimismo, anunció que “el próximo 15 de agosto, inmediatamente después de asumir el mandato constitucional, se procederá a la destitución de todas las personas que hoy ocupan puestos de responsabilidad en la entidad, y se utilizará todo el peso de la ley para castigar ejemplarmente a quienes sean responsables por acción u omisión de daños irreparables contra el medio ambiente y contra la salud de los habitantes”.
En contraposición, el juez federal de Posadas, José Luis Casals, autorizó a Yacyretá a mantener el nivel de la cota en 78,50 metros. El fallo del juez argentino concede a la hidroeléctrica “la Prohibición de No Innovar en el status quo fáctico y jurídico existente conforme al ritmo de programación del Plan de terminación de Yacyretá”. Al mismo tiempo un juez de Encarnación dispuso que se baje la cota a 77,80 msnm (metros sobre el nivel del mar).
Metros más, metros menos, lo cierto es que desde la creación de Yacyretá se tuvieron que “relocalizar” forzosamente a más de 30.000 personas. En la ciudad de Encarnación, denuncian que todavía quedan sin reubicar alrededor de 4.000 familias. Lo que para algunos significa energía, para otros es sinónimo de relocalización forzada, pérdida de trabajo, relaciones sociales, identidad y dignidad.
En el último año se anunciaron la construcción de nuevas represas: Garabí y Corpus en Misiones y Corrientes, Cóndor-Cliff en Santa Cruz y la ampliación de Yacyretá, entre otras. El ascenso de Yacyretá de cota 76 a cota 83 exige inundar otras 55.000 hectáreas. El embalse a cota 76 cubría ya más de 110.000 hectáreas.
“En nombre del crecimiento y la producción o el “bienestar” ¿tenemos derecho a obligar a que miles de personas se inunden o queden desocupadas para que otros creamos vivir mejor? Cuando se habla de “energía barata”, ¿estamos haciendo bien los números, o el costo social y ambiental es mayor al anunciado?”, se preguntaba hoy Federico González Brizzio de PROTEGER.
Precisamente en las próximas horas organizaciones sociales y ambientales de Argentina enviarán una carta a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a su par electo en Paraguay, Fernando Lugo, pidiendo no continuar con el aumento del nivel de embalse en Yacyretá, dando por finalizada la obra –mientras se avanza en un plan de uso racional de la energía y eficiencia energética.
Otros cinco metros en el embalse de Yacyretá significa inundar 50.000 personas más, cuando ni siquiera se han terminado las obras de mitigación de impactos ambientales, ni de resolver las compensaciones a miles de damnificados.