Venezuela: proponen iniciativa para proteger recursos naturales regionales
Al combate de la biopirateria, buscan prevenir el otorgamiento de patentes de biotecnología a los países equivocados
Venezuela se ubica entre los diez países más megadiversos del planeta, al contar con ingentes riquezas en cuanto a multiplicidad de especies animales y vegetales. La misma bendición recae sobre toda la selva amazónica, lo cual convierte a este reservorio de vida en blanco de la biopiratería.
María Elisa Febres, especialista en Derecho Ambiental y representante de Vitalis, explica que esa tendencia de vieja data se basa en el acceso y uso irregular de recursos genéticos de la biodiversidad y de conocimientos tradicionales asociados a ellos. No se trata de extracción de especies animales o vegetales; significa la explotación de propiedades de algunos seres vivos con la intención de aprovecharlos comercialmente para consumo humano, sin que ello rinda beneficio alguno al lugar de origen que provee los recursos.
Por ello, la experta propone iniciativas que prevengan esta conducta que afecta a países en desarrollo, productores por excelencia de material biológico susceptible de ser transformado, cualidad que es capitalizada por las naciones desarrolladas: "80% de las patentes en materia de biotecnología _explica Febres_, que conceden el derecho exclusivo de explotación a quien registra el hallazgo, se ha otorgado en países del Primer Mundo".
La propuesta bautizada Iniciativa Andino-Amazónica para la Prevención de la Biopiratería, apunta hacia la investigación, creación de redes de información, campañas en medios de comunicación y otro tipo de actividades orientadas a identificar, documentar y divulgar los sitios afectados por la tendencia, para incidir en instancias internacionales que puedan tomar medidas que reivindiquen los derechos que cada territorio tiene sobre los recursos genéticos de su biodiversidad.
Febres justifica estas acciones puesto que "hay una severa inequidad cuando los científicos no les dan reconocimiento a los países de origen que le proveen de recursos para desarrollar productos".
Tierra de nadie
Febres se manifiesta preocupada porque la biopiratería "es un fenómeno que no se encuentra establecido ni regulado en normativa alguna".
Sin embargo precisa que existen instrumentos legales de cobertura internacional, como el Convenio sobre Diversidad Biológica emanado de las Naciones Unidas, así como las leyes venezolanas que regulan el acceso a los recursos genéticos del país e incluso las leyes de protección intelectual que pueden servir de apoyo preventivo. "En la Comunidad Andina _precisa Febres_, existe un instrumento jurídico que establece que el solicitante de una patente está obligado a develar de dónde obtuvo el recurso y demostrar que cuenta con la aprobación del país de origen y de la comunidad afectada para obtener el derecho exclusivo de explotación".
La experta ambientalista comenta el caso de un tubérculo en Perú que fue convertido en un producto comercial y cuya patente fue concedida en Europa y Estados Unidos. La nación andina solicitó la revocatoria de esa patente demostrando el origen del vegetal, sin obtener éxito. "La iniciativa Andino-Amazónica hará seguimiento a este tipo de casos para evitar que se repitan", puntualiza.