¿Una especie suicida?


Prensa



El Día de Córdoba, España, 6-9-02
http://www.eldiadecordoba.com/pg020906/opinion/opinion_opinion006.htm

¿Una especie suicida?



Por Juan López de Uralde

Los datos son abrumadores: la especie humana está destruyendo el entorno en el que vive. Bien saben los ecólogos que la destrucción de un ecosistema lleva aparejada la desaparición de la mayor parte de las especies que viven en él. Detrás vienen otras, que se adaptan a las nuevas condiciones.

Este panorama ya se evidenció en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en el año 1992, pero desde entonces la degradación ambiental del planeta ha continuado por la falta de cumplimiento de los acuerdos que allí se adoptaron. Río acabó con un mensaje de esperanza al mundo: los gobiernos y la industria parecían haber comprendido el problema y se comprometían a solucionarlo. No lo hicieron.

La falta de avances en la cumbre de Johannesburgo se ha venido fraguando a lo largo de los diez últimos años de incumplimiento de los compromisos en todos los ámbitos, desde el local al internacional. Pocos jefes de Estado han podido subir al estrado y decir "mi país ha cumplido"; algunos, como Bush o Aznar, ni siquiera se han molestado en acudir a la Cumbre africana, mostrando con ello una indiferencia que raya en la irresponsabilidad.

Los gobiernos del mundo no pueden esperar otros diez años a volver a reunirse para constatar que las cosas van de mal en peor. Hay problemas claros y soluciones evidentes; por tanto, hay que empezar a poner en marcha esas soluciones desde hoy mismo. Una buena noticia de Johannesburgo es el compromiso de ratificación del Protocolo de Kioto por parte de Rusia, Canadá y China. El proceso de Kioto ha demostrado que el mundo puede avanzar sin los EEUU, y esto es aplicable a muchos otros campos.

Uno de los temas más discutidos en Johannesburgo ha sido el de la producción de energía, y la necesidad de aumentar la aportación de las energías renovables para reducir con ello las emisiones de gases de efecto invernadero y el riesgo nuclear. Estados Unidos ha conseguido bloquear el acuerdo global, pero no puede evitar que desde el ámbito local, regional, nacional o incluso internacional nos pongamos a ello. Si Bush quiere seguir defendiendo los intereses de las petroleras, cambiemos nosotros desde aquí. Será EEUU quien pierda el tren del desarrollo tecnológico y social de las nuevas energías, al que finalmente tendrá que subirse.

Protejamos, pues, nuestra biodiversidad, conservando los ecosistemas; no continuemos con la destrucción de las costas; utilicemos los recursos de manera más eficiente; reduzcamos los residuos y mejoremos los transportes públicos. Cambiemos. No es necesario esperar a la próxima Cumbre de la Tierra para poner en marcha los cambios necesarios para avanzar hacia la sostenibilidad, ni necesitamos el permiso de George Bush para hacerlo.

Evidentemente, es necesario continuar trabajando en el ámbito internacional, en especial para no dejar que la Organización Mundial del Comercio -controlada por las corporaciones- sea la que gobierne el mundo. Hay muchos acuerdos internacionales sectoriales sobre agua, residuos, energía o bosques, en los que se puede seguir avanzando. La decepción de Johannesburgo no debe paralizarnos, sino movilizarnos.



Volver al principio
Principal- Enlaces- Documentos- Campañas-- Eventos- Noticias- Prensa- Chat

Comentarios