Un país sin maíz: la especulación vía acaparamiento

Idioma Español
País Guatemala

Estamos frente a los precios más altos del maíz, de los últimos cinco años –FAO. Las familias pobres están por agotar su reserva. De nuevo tres millones y medio de guatemaltecos sufrirán hambre por indolencia gubernamental, se trata de crisis anunciadas que no conmueven a la burocracia estatal

Constantes y amenazadoras son las alzas en los precios de los granos básicos, especialmente los de alta demanda popular: maíz, frijol, arroz y trigo; con excepción del trigo, cuya producción el país abandonó, por erradas decisiones presidenciales, sustentadas en “sabios” consejos de expertos internacionales que aseguraban que es mejor comprar que producir, es más barato y menos riesgoso. La historia ha demostrado lo falso de sus argumentos y las graves consecuencias de haberlos seguido. Hoy estamos a merced de las importaciones internacionales de este grano, sujetos a precios cada vez más difíciles de pagar.

 

El caso del maíz y el frijol es diferente y peculiar, primero porque estamos en la tierra de los hombres de maíz y segundo, porque según declaraciones del Ministro de Agricultura, existe suficiente abasto de granos en el mercado; es decir, no hay escasez. Esta misma situación opera para el frijol, o sea que las causas del alza de precios están, entre otras, en la especulación, vía acaparamiento de la producción y consecuente manipulación de precios, acción de comerciantes locales, frente a la cual el Gobierno no tiene ninguna capacidad de actuar, adolece de facultades institucionales y políticas. No posee –tan siquiera– reservas estratégicas para paliar la crisis, ni para intervenir en el mercado y obligar la estabilización de precios.

 

Otro factor que presiona el alza, es el costo de los combustibles. Un alivio en este aspecto, lo hubiese constituido pactar con Venezuela condiciones concesionales en el marco de Petro Caribe; sin embargo, no existió capacidad política para tal fin. Y la tercera causa sobre la que nunca se ha actuado y tampoco lo hizo “el Gobierno campesino” del presidente Colom, es incentivar la producción a cargo de pequeños productores y quienes proveen de granos al país, para lo cual no obtienen crédito ni tierra.

 

Estamos frente a los precios más altos del maíz, de los últimos cinco años –FAO. Las familias pobres están por agotar su reserva. De nuevo tres millones y medio de guatemaltecos sufrirán hambre por indolencia gubernamental, se trata de crisis anunciadas que no conmueven a la burocracia estatal. Los diputados recortaron los fondos del Ministerio de Agricultura, la ley del Desarrollo Rural pasó a una gaveta de archivo, la política sobre la materia, está en un desván del Ejecutivo. Estamos frente a un caso de homicidio culposo por omisión.

El Periódico, Guatemala, 10-2-11

Comentarios