Tercera conferencia mundial sobre el clima
"La agricultura, una de las actividades humanas que más dependen del clima, necesita contar con servicios meteorológicos eficaces para la adaptación y mitigación del cambio climático, que está haciendo aumentar la incidencia y gravedad de los fenómenos climatológicos extremos, según explicó hoy un experto de la FAO"
La reunión de Ginebra examina el papel vital de la información y la predicción del clima
La agricultura, una de las actividades humanas que más dependen del clima, necesita contar con servicios meteorológicos eficaces para la adaptación y mitigación del cambio climático, que está haciendo aumentar la incidencia y gravedad de los fenómenos climatológicos extremos, según explicó hoy un experto de la FAO.
"El coste económico asociado a los desastres naturales, incluyendo los fenómenos climáticos extremos, se ha multiplicado por 14 en la agricultura desde la década de 1950", advirtió Alexander Mueller, Director General Adjunto para Recursos Naturales de la FAO, al intervenir durante la Tercera Conferencia Mundial sobre el Clima (CMC-3) que tiene lugar esta semana en Ginebra.
El objetivo de la Conferencia de Ginebra es establecer un marco internacional para guiar el desarrollo de los servicios climáticos y enlazar las predicciones y la información sobre el clima de base científica con la gestión de riesgos y la adaptación a las variaciones climáticas. El tema de la CMC-3 es Predicción e información del clima para la adopción de decisiones, especialmente los progresos científicos a escalas estacional a interanual y multidecenal, teniendo en cuenta la medición multidecenal.
Los desafíos que representan los impactos meteorológicos crónicos y agudos necesitan mayor atención, en un momento en que se ha incrementado el papel de la agricultura en el suministro de alimentos, piensos, fibra y energía.
La agricultura representa el principal medio de subsistencia para el 70 por ciento de los pobres del mundo. Muchos de ellos son pequeños agricultores, ganaderos y pescadores, así como habitantes de los bosques, incluyendo grupos indígenas que viven en zonas sensibles al clima y son especialmente vulnerables a sus variaciones.
"Incluso la gestión a pequeña escala de las tierras agrícolas puede obtener enormes beneficios de los últimos avances en la predicción del clima", afirmó Mueller.
Numerosos casos de estudio han demostrado los beneficios de estrategias de adaptación localizadas, condicionadas por información climática fiable, para mejorar la producción de alimentos, los ingresos de los campesinos y la seguridad alimentaria, según Mueller.
La agricultura, la pesca y la ganadería tradicionales se basan en unos conocimientos y prácticas arraigadas que ayudan a garantizar la diversidad agrícola y alimentaria, las características del paisaje terrestre y marino, los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria. En todo el mundo hay más de 10.000 culturas y 6.900 lenguas que cuentan con miles de sistemas de conocimientos tradicionales.
Sin embargo, entre las mayores amenazas a los sistemas tradicionales -además de la comercialización a gran escala de la agricultura, la dinámica demográfica y los cambios en el uso del suelo- figura el impacto del cambio climático.
Por lo tanto, trabajar en la información y predicción meteorológica y climática es de vital importancia para los más de 2.500 millones de personas que basan su medio de vida en la agricultura y sus actividades asociadas.