Sustentabilidad con valores éticos, por Orfilio Peláez
Convención sobre Medio Ambiente y Desarrollo: "la educación ambiental es creatividad y esperanza, rompe esquemas e introduce revolucionarios conceptos y pensamientos, capaces de conducir al hombre a una nueva racionalidad en su interrelación con el entorno"
Este concepto fue expresado por el doctor Enrique Leff, coordinador de la Red de Educación Ambiental para América Latina y el Caribe, del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), al impartir una conferencia especial en la penúltima jornada de la IV Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que culmina hoy en el Palacio de las Convenciones.
Ante un contexto internacional dominado por un pretendido pensamiento único supremo, urge promover espacios de reflexión y búsqueda que derriben tales designios y lleven al mundo hacia una real sustentabilidad, basada en valores éticos y en armonía con la naturaleza y los seres humanos, afirmó el funcionario.
Señaló, además, que el problema ambiental es un asunto de conocimientos y actitudes frente a la vida, pues ha sido a través de una determinada histórica forma de pensar, fundamentada en crecer sin límites, que el hombre ha destruido los bosques, contaminado el agua y calentado el planeta.
En una mesa redonda sobre Diversidad Biológica, la doctora Leda Menéndez, investigadora titular del Centro Nacional de Biodiversidad, adjunto al Instituto de Ecología y Sistemática, expuso la situación actual de las poblaciones de manglares, y las medidas que deben aplicarse para lograr su progresiva recuperación.
Por causas naturales o por la acción directa del hombre en diferentes etapas históricas, explicó, el 30% de los manglares cubanos presenta algún tipo de daño, si bien en los últimos años y según los estudios más recientes, comienza a observarse una mejoría notable de ese tipo de vegetación en la zona del archipiélago Sabana-Camagüey y en áreas del Sur de la provincia de La Habana.
Los manglares representan el 26% de los bosques del país y ocupan el 4,8% de la superficie total de nuestro archipiélago. Sirven como refugio de muchas especies de importancia económica, protejen a las costas de la intrusión salina y de los efectos del oleaje del mar, y son sumideros naturales del carbono.
También ayer tuvo lugar la mesa redonda Impactos globales y Cambios Climáticos, en la cual el doctor Carlos López, del Centro de Química y Contaminación de la Atmósfera del Instituto de Meteorología, explicó los pormenores del comportamiento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Cuba durante el período 1990-2000, caracterizadas a partir de los inventarios nacionales realizados al respecto.
Dichos estudios se hacen en cumplimiento de los compromisos asumidos por nuestra nación como signataria de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático, y constituyen una valiosa herramienta a la hora de poner en práctica las acciones dirigidas a reducir los escapes de dióxido de carbono y otras sustancias a la atmósfera.
Para la jornada final de este viernes, está prevista la celebración del Encuentro Cuba-Estados Unidos sobre Medio Ambiente.
Granma, Cuba, 6-6-03