Suiza: pros y contras de la moratoria sobre los OGM
A seis semanas de las votaciones sobre la moratoria en materia de ingeniería genética, Greenpace se pronuncia por un 'sí' y un comité de parlamentarios de derecha por el 'no'
Para la organización ecologista, toda cohabitación entre plantas naturales y plantas genéticamente modificadas es imposible. El otro campo habla de moratoria "superflua y engañosa".
"Es evidente que una cohabitación entre Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y cultivos ecológicos es imposible, inclusive en los grandes espacios canadienses. ¿Cómo podría entonces darse el caso en pequeñas explotaciones de la agricultura suiza?", inquiere Greenpeace.
La organización ecologista invitó a un apicultor y a un asesor en producción biológica canadienses para que hablaran de sus experiencias con los cultivos transgénicos.
"Cada vez más agricultores y apicultores se confrontan a la brutal realidad de no poder garantizar sus productos biológicos y pierden así un creciente número de contratos y su participación en el mercado, con lo que muchos centros de producción desaparecen", explica Greenpeace.
En el caso de los productores de miel, por ejemplo, las transferencias de polen se hacen a través de grandes distancias: Las abejas, con su radio de acción de seis kilómetros, no se mantienen a las distancias reglamentarias.
Demasiado arriesgado
"Lo que ha sido diseminado en la naturaleza, ahí se queda", recuerda Greenpeace. De acuerdo con la organización, las primeras experiencias en América del Norte muestran que los cultivos de OGM tienen efectos negativos:
Propician la aparición de malas hierbas contra las cuales cualquier lucha resulta prácticamente imposible. Con ello, inducen al empleo masivo de herbicidas que contaminan las semillas y las cosechas, y conducen a la pérdida de mercados.
Todo ello, sin hablar de los riesgos sanitarios que podrían correr los consumidores de alimentos que contienen OGM, y que aún no han podido ser determinados, advierte la organización.
Greenpeace considera que la experiencia canadiense constituye un argumento en favor de la iniciativa denominada "por alimentos producidos sin manipulaciones genéticas", que será sometida a votación popular el 27 de noviembre y que demanda una moratoria de cinco años en el empleo de los OGM.
La organización ecologista manifiesta también su rechazo al ordenamiento "sobre la coexistencia", que actualmente es sometido a consulta. Para Greenpeace ese texto, tendiente a preparar el terreno a los cultivos de los OGM en Suiza, es inadmisible.
"Superflua y engañosa"
Por su parte, un comité de 104 parlamentarios federales de derecha y de centro-derecha manifestó este lunes (17.10.) que la moratoria es "superflua y engañosa".
Para el diputado Herman Weyeneth, de la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha dura), copresidente del comité, los partidarios de la iniciativa "no son honestos".
En su opinión, sus adversarios hacen pensar que pretenden prohibir el empleo de OGM en la agricultura durante cinco años, cuando lo que buscan es una interdicción total.
"La iniciativa es engañosa", arguye el legislador, puesto que aun en caso de aceptación, Suiza no estará excenta de OGM. El texto no impedirá la importación de productos derivados de plantas genéticamente modificadas, como forrajes a base de maíz o de soja, asegura.