Sin acuerdo entre la UE y la CAN
Las conversaciones fracasaron por la oposición del gobierno boliviano. Europa no cedió un ápice en la apertura de sus mercados agrícolas. Pidió demasiado a cambio de muy poco
La Unión Europea (UE) y la Comunidad Andina de Naciones (CAN) negociaban un tratado de libre comercio (TLC). Pero ayer, en un encuentro en La Paz, las tratativas fracasaron ante la oposición de Bolivia, nación que consideró que no están dadas las condiciones para un acuerdo de este tipo.
Según explicaron diplomáticos europeos, las delegaciones de Colombia y Perú sí querían empezar las negociaciones, al igual que la UE, y la de Ecuador dejó entrever que también necesita ese acuerdo, pero la de Bolivia frenó todo.
Tanto Bogotá como Lima buscan suscribir TLCs con la mayor cantidad de naciones posibles. Ambas firmaron acuerdos de este tipo con Estados Unidos en forma bilateral, a la vez que buscaban un entendimiento con el Viejo Continente dentro de la CAN.
Por su parte, Bolivia es renuente a la firma de este tipo de tratados, mientras que Ecuador desconfía de los TLCs pero no lo descarta en el caso de llegar a un buen acuerdo con Bruselas.
La CAN está conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Venezuela integraba este bloque hasta 2006, cuando la abandonó a favor de su ingreso al Mercado Común del Sur (Mercosur).
¿Qué es lo que pide la UE? Los representantes comerciales de Bruselas buscan la apertura del mercado industrial, de compras gubernamentales y de servicios. A cambio, ofrecen una tenue apertura de su mercado doméstico, con altas restricciones para que las naciones andinas accedan con la producción de alimentos.
En síntesis, los europeos quieren que la CAN abra sus mercados de par en par, pero no les permite a estas naciones exporten lo que producen con eficiencia.
El presidente Evo Morales, que preside la CAN desde junio de 2006, y su colega ecuatoriano, Rafael Correa sostienen que no suscribirán acuerdos de libre comercio ni con Estados Unidos ni con ninguna otra nación, porque perjudican a los países pobres.
Ambas naciones, junto a Venezuela y Cuba, integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). La crítica principal hacia los TLCs es que sirven sólo a los intereses de las multinacionales, que pueden abaratar costos laborales con mercados más amplios.
El mandatario venezolano, Hugo Chávez, retiró hace un año a su país de la CAN, justo cuando presidía el bloque, y atribuyó dicha decisión a que Perú y Colombia suscribieron el TLCs Estados Unidos.
Desde las primeras sesiones de trabajo del lunes pasado fue evidente que la CAN estaba dividida ante la propuesta europea de empezar a negociar ya un pacto comercial. La reunión de diplomáticos europeos y andinos fue postergada dos veces el martes porque los segundos no alcanzaban un acuerdo, que finalmente no se logró.
La posición de Bolivia fue denunciar que las condiciones para la firma del TLC no son las mejores. Y La Paz prefiere que estas existan antes de iniciar las conversaciones con los europeos. Ecuador, por su parte, también coincide en que las circunstancias no son las mejores, pero que es preferible iniciar las discusiones y luego buscar los consensos. Mientras que Bogotá y Lima son más permeables a cualquier propuesta de Europa, coherentes con su propósito de liberalizar su comercio exterior.