Revelan aumento de zonas muertas en océanos que amenaza biodiversidad
Se trata de aguas costeras contaminadas con residuos orgánicos, nitrógeno y fósforo, entre otros compuestos que han acabado con organismos acuáticos
Fondos marinos, fiordos y áreas costeras que albergan una gran variedad de especies, como crustáceos, animales invertebrados e, incluso, especies comestibles como choritos y erizos, comienzan a desaparecer producto de este fenómeno.
En abril de 2004, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) anunció que las llamadas zonas muertas de los océanos -áreas principalmente costeras desprovistas de oxígeno y escasa vida acuática-, se habían duplicado en las últimas décadas, identificando 146 en el mundo ligadas principalmente a costas de ciudades de países desarrollados.
Algunas de estas zonas alcanzan hasta 70 mil km2 y otras son relativamente pequeñas. Las causas de muerte de biodiversidad marina son diversas: por ejemplo, en el Golfo de México -una de las zonas muertas más extensas del planeta- el descenso de oxígeno se debe a la presencia de fertilizantes llevados al golfo por el Río Mississippi.
"Se trata de altas concentraciones de nitrógeno y que provoca el aumento anormal de algas que al descomponerse se convierten en material tóxico. Este es luego consumido por bacterias en un proceso de alto consumo de oxígeno", señala a La Tercera Kigel Crawford, profesora de Biología de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos).
Contaminantes al mar
En tanto, el problema del Mar Báltico, el norte del Adriático, el Mar Amarillo y el Golfo de Tailandia, entre otros, es la presencia en el agua de una combinación de fertilizantes que provienen de nitrógeno generado por combustibles fósiles y residuos industriales.
Alejandro Buschman, doctor en Ecología de la Universidad de los Lagos y asesor de la organización Océana, explica que hablar de zonas muertas implica necesariamente una designación de la pérdida total de la biodiversidad marina: "Lamentablemente muchas soluciones para descontaminar las grandes ciudades contemplan desagües de desechos tóxicos, relave de industria minera o residuos orgánicos de las urbes al mar. Son factores que provocan las zonas muertas", acota.
Existen organismos únicos que dependen de estos nichos ecológicos costeros para sobrevivir. Por ejemplo, los crustáceos como las jaibas, organismo como las anémonas, pequeñas flores marinas que viven pegadas al sustrato y especies comestibles como los erizos y los choritos: todos desaparecen con los contaminantes.
Chile versus zonas muertas
Si bien en Chile no se han identificado zonas muertas como tales, existen lugares fuertemente contaminados, como la bahía de Concepción y Talcahuano, y la costa de ciudades del norte que reciben el relave de las mineras. Las salmoneras y acuicultura en general están provocando un fenómeno similar.
Larvas sin oxígeno
De acuerdo con Sandor Mulsow, director del Instituto de Geociencias de la U. Austral, en el fondo marino se esconde una rica biodiversidad marina que peligra con la adición indiscriminada de desechos a las aguas. Animales invertebrados, como los gusanos marinos, además de moluscos y crustáceos, son organismos que se reproducen por larvas que tienen que ir a la o superficie y comer fitoplacton o zooplacton y después volver al fondo marino. Si éste está cubierto con bacterias producto de la contaminación orgánica, las larvas se mueren y no pueden recolonizar, comenta.
La riesgosa situación de los fiordos del sur de Chile
Uno de los ecosistemas marinos desconocidos en Chile son los fiordos y canales del sur de Chile. Günter Försterra, biólogo alemán y coordinador científico de la Fundación Huinay, trabaja hace algunos años en los fiordos de Comau y Quintupen, en el pueblo de Hornopirén (X Región). El experto señala que existe una basta biodiversiad en estos lugares que está amenazada.
"Hemos encontrado especies poco comunes para estas latitudes y que se encuentran en zonas más tropicales. Lamentablemente estudios realizados por ocenógrafos de Huinay revelaron que en las profundidades de estos fiordos el oxígeno es bastante bajo. La razón más clara es que están saturados de materia orgánica que provienen de los desechos humanos y las instalaciones de acuicultura que abundan en la zona", acota el especialista.
El científico Sandor Mulsow, director del instituto del Instituto de Geociencias de la U. Austral y ex especialista en contaminación marina de la ONU, comenta que los alimentos que se les da a los peces genera mucho material orgánico que cae como una especie de "pellet". Las bacterias se comen inmediatamente ese 'alimento' y ese proceso demanda mucho oxígeno.
"Al realizar un estudio de los fondos marinos en zonas como Pillan y Riñihue (X Región), donde existen grandes salmoneras, descubrimos que entre el 60% y 65% del fondo marino, por ejemplo, del fiordo Pumalín tiene su fauna marina deprimida y eso en un lapso de seis años", afirma el experto.
La Tercera, Chile, 22-8-05