Reconocen daño por maíz transgénico en México
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) de México, reconoció que los cultivos de maíz en el Valle de Cuauhtémoc, Chihuahua, están contaminados por organismos genéticamente modificados
Con ello se confirman las denuncias de diciembre de 2007 efectuadas por Greenpeace, poniendo en evidencia la falta de medidas de bioseguridad por parte del gobierno federal mexicano. A partir de esto, la organización ecologista exigió “la moratoria total a la liberación de maíz transgénico al ambiente en México, mientras no se esclarezca la fuente de contaminación de las semillas nativas en Chihuahua”.
Así mismo, Greenpeace exige que la empresa responsable de esa variedad de maíz transgénico “determine la extensión de la posible contaminación de variedades nativas y convencionales de maíz en otros estados”.
Finalmente demanda “que se repare el daño causado a los productores por la contaminación de sus cultivos y se establezcan medidas de seguridad en las vías de comercialización de las semillas en el territorio nacional”.
En el año 2001 ya se habían presentado evidencias de contaminación de variedades nativas de maíz por granos transgénicos en Oaxaca. Lo mismo ocurrió en el 2005, en Veracruz, en el 2006, en Michoacán y Sinaloa; y en el 2007 en Tamaulipas y en las delegaciones de Milpa Alta y Magdalena Contreras, en el Distrito Federal. Pero el caso de Chihuahua es el primero que reconocen las autoridades agropecuarias.
De no prohibirse la liberación del maíz transgénico al medio ambiente se respaldarán los intereses de grandes empresas semilleras como Monsanto, “que se caracterizan por su estrategia de contaminar para conseguir que se aprueben sus variedades transgénicas y cobrar regalías a cuanto agricultor tenga productos genéticamente modificados en sus campos”, aseguran los ecologistas.