Rechazan presencia militar estadounidense en Paraguay
Organizaciones sociales de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay lanzaron en la tarde del miércoles, en el marco de la III Cumbre de los Pueblos, el segundo Foro Social de la Triple Frontera, que se realizará en julio de 2006 en la localidad paraguaya de Ciudad del Este
Los participantes expresaron su “preocupación y rechazo” ante el ingreso de tropas militares del Comando Sur de Estados Unidos a Paraguay, donde realizan maniobras en zonas rurales desde julio.
Según dijeron, la llegada de militares estadounidenses “nada tiene que ver” con la ayuda humanitaria, y el proceso de militarización encubre el interés de los organismos internacionales de crédito y el gobierno de Estados Unidos en “apropiarse” del Acuífero Guaraní.
Radio Mundo Real entrevistó a Mariela González, del Foro Social Paraguayo, que destacó la importancia de “organizar la resistencia” de los movimientos sociales en la Triple Frontera.
González opinó que las justificaciones del gobierno estadounidense, que ha denunciado la actividad de grupos terroristas islámicos en esa región, son una “farsa”, y que sus verdaderos intereses son la riqueza en biodiversidad y el potencial hidroeléctrico de la región.
“Los medios de comunicación se hicieron eco de esta campaña de miedo, y de esa forma prepararon el escenario para militarizar el país”, concluyó.
María Montiel Vázquez, del Servicio Paz y Justicia de Paraguay, criticó la posible instalación de una oficina del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) en Ciudad del Este, centro urbano clave de la zona de la Triple Frontera.
“El acuerdo para permitir el ingreso de los militares incluía la instalación de esa oficina dentro del ‘paquete’ que armaron los gobiernos de Estados Unidos y Paraguay”, dijo Montiel Vázquez.
También opinó que el presidente paraguayo Nicanor Duarte Frutos niega su “alianza estratégica” con Estados Unidos para “cuidar su imagen pública”.
Juan González, de la Central de Trabajadores Argentinos, afirmó que Estados Unidos intenta “aumentar su incidencia” sobre Bolivia, y que las reservas de gas natural y el proceso político de ese país son sus principales “preocupaciones”.