Rechazan indígenas costarricenses explotación minera a cielo abierto
Centenares de indígenas rechazaron el proyecto de una empresa transnacional, que con el apoyo del gobierno costarricense, pretende explotar una mina de oro a cielo abierto cercana al río San Juan, fronterizo con Nicaragua
Los manifestantes, miembros de comunidades de la Región Huetar Norte, marcharon la víspera ocho kilómetros desde Florencia, San Carlos, hasta Ciudad Quesada, y luego se concentraron en el parque central de la localidad.
Nuestro país, diario digital tico, recordó hoy que la explotación minera a cielo abierto constituye una de las actividades más contaminantes del ambiente y puede afectar de manera directa la salud de los seres humanos.
Lorenzo Cambronero, dirigente de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos y dirigente del Frente Norte contra esa modalidad, explicó que la marcha del sábado es el inicio de una serie de acciones contra los planes de la empresa Infinito S.A.
Esa firma es la propietaria de la concesión minera, que afectará más de un centenar de hectáreas en la región, fronteriza con Nicaragua, precisó.
Los organizadores del desfile informan y organizan a las comunidades sobre el problema, entablan pleitos judiciales con respecto al tema, y no descartan otros tipos de protestas.
La presidenta de la Federación para la Conservación de los Recursos Naturales, Heydi Murillo, comentó que esas personas luchan contra la minería hace 20 años y expulsaron antes a la empresa Euroexpec de la concesión recibida en el Parque del Agua Juan Castro Blanco, donde está el 90 por ciento del líquido consumido por el cantón.
Murillo manifestó que el desastre en la Mina Bellavista, de Miramar, Puntarenas, aún debe aclararse y las autoridades no demuestran ser competentes para fiscalizar actividades tan delicadas como la minería.
Es hora de parar ese proyecto, antes de que destruya la naturaleza, señaló y criticó el resto de los programas mineros en Centroamérica, cuyas consecuencias negativas se reflejan en decenas de casos.
El norte de Costa Rica fue declarado Reserva de la Biósfera, agua y paz, por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, por lo que debe contribuir a la conservación de paisajes, ecosistemas y biodiversidad, e impulsar el desarrollo económico y humano, cultural y ecológicamente sostenible, explicó Murillo.