Rechaza Lula la semilla Terminator; campesinos marchan contra transgénicos
Comienza en Brasil reunión ministerial de la ONU sobre la diversidad biológica
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, inauguró este lunes la reunión ministerial de la octava Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas (COP-8) con críticas al desigual acceso de los habitantes de la Tierra a sus recursos naturales.
Ciento tres ministros de Medio Ambiente y jefes de misión están reunidos para analizar la conservación de los recursos naturales, la utilización de semillas Terminator, genéticamente estériles para impedir que los agricultores puedan reproducirlas, y la creación de normas internacionales sobre el acceso y la distribución de los beneficios obtenidos con la utilización durable de los recursos naturales.
La conferencia discutirá también una iniciativa mundial sobre la clasificación de especies, las cuales se estiman entre 10 y 100 millones, pero de las que 1.7 millones apenas se conocen, así como la conservación de los conocimientos prácticos de las comunidades tradicionales.
Fuera del edificio en el que se realiza la conferencia, decenas de campesinos sin tierra brasileños se manifestaron contra los transgénicos y las semillas Terminator, quemando semillas de soya transgénica.
El viernes pasado, el grupo de trabajo encargado de ese tema mantuvo la moratoria contra la experimentación y comercialización de las semillas Terminator.
El texto en el cual se intentaba introducir la expresión "caso por caso" para permitir la experimentación esas semillas, fue rechazado por unanimidad. El documento para aprobación de los ministros se presentará de aquí al próximo viernes, fecha de cierre de la conferencia.
La propuesta de reducir el alcance de la moratoria había sido presentada por Canadá, Nueva Zelanda y Australia, con apoyo de Estados Unidos, que no es parte del convenio, así como de las principales industrias de biotecnología del mundo.
Una amplia coalición de trabajadores rurales y organizaciones no gubernamentales reclama el mantenimiento de la prórroga, ya que, a su modo de ver, las semillas Terminator -dado que no pueden ser reproducidas- crean mayor dependencia de multinacionales como Monsanto, Syngenta y Dupont.
Confrontación entre las políticas del Estado y los intereses del mercado
Roberto Requiao, gobernador del estado brasileño de Paraná, "tierra de resistencia a los transgénicos", según los grandes carteles que se colocaron en distintos lugares de Curitiba, consideró que la conferencia sintetizaba "la confrontación que existe entre Estado e intereses del mercado.
"¿Qué quieren del planeta? ¿Que las multinacionales logren beneficios monstruosos sin compromiso hacia la civilización, las diversidades nacionales y la biodiversidad?", se preguntó.
Según Lula da Silva la biodiversidad es "el más grande tesoro de nuestro planeta", por lo cual "todo lo que pudiera poner en riesgo la distribución equitativa de los recursos debía rechazarse en tanto amenaza para la supervivencia de la humanidad y de la tierra". Esta es la razón por la que, explicó, Brasil se pronunció en contra de las semillas Terminator.
"Nada que amenace a la vida o que represente un monopolio del acceso a sus recursos sirve a la causa de la humanidad", enfatizó el mandatario, al afirmar que 25 por ciento de los habitantes más ricos del planeta consumen 80 por ciento de los recursos disponibles.
Lula agregó que "no es aceptable que los países más pobres sigan sufriendo el principal peso de la degradación ambiental resultante de modelos insostenibles de producción y consumo dictados por las naciones industrializadas".
A su vez, la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, exhortó a los 187 países y bloques que subscribieron la Convención de la ONU sobre Diversidad Biológica a poner en vigencia los acuerdos ambientales multilaterales ya firmados.
"Estamos preocupados por el déficit de implementación de los acuerdos ambientales. Es necesario avanzar en los medios y formas de poner en vigencia numerosas decisiones ya adoptadas por nuestros países", dijo la ministra.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Convención sobre la Biodiversidad, Ahmed Djochlaf, declaró: "Estamos derrochando el capital ecológico de nuestros niños. El tiempo nos presiona de aquí a 2010 para lograr nuestros objetivos, para obtener una reducción significativa de la degradación del medio ambiente".
La COP-8, que desde la semana pasada reúne a representantes gubernamentales de más de 100 países en la localidad de Pinhais -vecina a la capital del estado de Paraná, Curitiba-, inició la fase de debates a escala ministerial, que proseguirán hasta la clausura del encuentro, el viernes.