Por un comercio sin trampas
Prensa
El Periódico Mediterráneo, España, 11-2-03
http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/noticia.asp?pkid=36690
Por un comercio sin trampas
Gustavo Duch
El pasado 23 de enero, en Porto Alegre, más de 300 representantes del pequeño campesinado mundial reunidos en la Primera Asamblea Mundial Campesina dijeron rotundamente no al ALCA (Área de Libre Comercio de las Americas). ¿Por qué rechazan un acuerdo que según los cánones del libre mercado les permitiría aprovechar sus ventajas competitivas en la agricultura?
Constatan que la apertura de mercados les lleva a competir con las grandes corporaciones de países donde la agricultura está industrializada y fuertemente subvencionada, y se pueden permitir exportar por debajo del precio de producción local (dumping). Un ejemplo concreto lo tienen en el resultado de la aplicación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Canadá y Estados Unidos. México, tierra del maíz, importa un promedio de 6 millones de toneladas anuales en vez de los 2,5 millones de toneladas de antes del TLCAN, destruyendo la fuente de riqueza de más de 2,5 millones de productores de maíz. La concentración del negocio tampoco ha logrado reducir el precio final al consumidor mexicano, que paga cinco veces más por su tortilla de maíz.
Saben que su poder de negociación es débil cuando sus producciones para la exportación son mayoritariamente secundarias o de lujo (café, bananos, flores...), mientras que los países del Norte son exportadores de productos estratégicos para la alimentación (carne, cereales y lácteos). Pero también explican que la solución no está en volcarse en la carrera de la competitividad aumentando sus capacidades exportadoras en base a monocultivos y la agroindustria. Plantean la agricultura como un sector básico para la economía del país, que primero debe asegurar la alimentación de la población, generar empleos y proteger el medio ambiente; y estas tres funciones se aseguran mejor potenciando la agricultura familiar y diversificada.
En Porto Alegre han dicho no al ALCA construyendo una propuesta alternativa de defensa de la agricultura del Sur que reivindica el derecho a la protección de los mercados internos a través de aranceles y planteando políticas de apoyo al comercio local.
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