Perú: gasoducto de Camisea podría sufrir otro derrame
El gasoducto de Camisea, que experimentó cuatro derrames en menos de un año, podría tener una nueva ruptura debido a su deficiente construcción, advirtió el lunes una consultora
estadounidense del medio ambiente
Según E-Tech International, que contrató para el estudio a ingenieros a cargo de la construcción de Camisea -una de las más ricas reservas de gas natural de América Latina-, la tubería de 720 kilómetros está propensa a un derrame en seis puntos, en la selva de Perú donde está ubicado el yacimiento.
Cualquier derrame será a causa de las oxidadas y mal soldadas tuberías, reseñó E-Tech, con sede en San Diego, en su informe.
"Actualmente, el ducto es un fracaso y hay altas probabilidades de más derrames", dijo el director de E-Tech, Richard Kamp.
"Cuatro rupturas en un año es algo nunca antes visto. Es imposible encontrar un proyecto en el mundo con tantos derrames en un año", agregó, luego de que E-Tech entrega su informe al Banco Interamericano de Desarrollo en Nueva York, que financió parte de la construcción de Camisea.
No obstante, Transportadora de Gas del Perú (TgP), un consorcio liderado por la firma argentina Techint y responsable del gasoducto, rechazó el informe de E-Tech.
"No es exacto que hay una serie de problemas. No estamos de acuerdo que hay una posibilidad de un derrame en el futuro próximo", dijo a Reuters el gerente de relaciones con inversionistas de Tgp, Rafael Guarderas.
Perú entró en agosto del 2004 a la era del gas, cuando ese
combustible llegó a Lima atravesando los Andes y la costa desde la selva sureña de Cuzco, donde está el yacimiento.
En diciembre, Tgp dijo que "no estaba alarmado" por los derrames, pero los indígenas peruanos y grupos ambientalistas han dicho que por la construcción del gasoducto, extensas áreas de una de las zonas de
mayor biodiversidad del mundo han sido deforestadas y temen que el daño sea irreversible.
La compañía argentina Pluspetrol, la estadounidense Hunt Oil, la surcoreana SK Corporation <003600.KS>, Sonatrach de Argelia, la francesa Suez <LYOE.PA> y la empresa peruana Graña y Montero <GRA.LM> son socias en el consorcio TgP.
De acuerdo con el informe, por lo menos la mitad de la tubería utilizada en la construcción del gasoducto fue hecha con sobras de otros proyectos y está severamente corroída.
"La tubería llegó a Perú con sus extremos deformados debido al inadecuado almacenamiento y al procedimiento de transporte", agregó el reporte.
La cuarta ruptura del gasoducto de Camisea sucedió en noviembre y provocó un derrame de hasta 6.000 barriles de líquidos de gas en la selva de Perú, según el gobierno, que advirtió que TgP podría perder el contrato del transporte del gas si otro accidente similar ocurría en el futuro.
La empresa reguladora del sector energético peruano, Osinerg, impuso una multa de 915.000 dólares por parte de los derrames, pero TgP apeló las multas, aunque prometió invertir hasta 30 millones de dólares para mejorar su tubería.
Perú espera exportar el gas de Camisea a México a partir del 2009.