Paraguay: recuerdan el día de NO uso de plaguicidas
"El 3 de diciembre de 1984, una planta productora de plaguicidas en Bopal - India- ocasionaba un accidente con derivación trágica para los trabajadores y residentes dejando 8 mil muertos de manera instantánea y más de 30 mil afectados. Años mas tarde se estableció el día del NO uso de plaguicidas para recordar aquel hecho y revivir el drama social por el uso indiscriminado de productos químicos en la agricultura, en el hogar y la vida cotidiana"
El 3 de diciembre de 1984, una planta productora de plaguicidas en Bopal - India-ocasionaba un accidente con derivación trágica para los trabajadores y residentes en la zona. 8 mil muertos de manera instantánea y más de 30 mil afectados fue el saldo de la recordada fecha. Años mas tarde se estableció el día del NO Uso de plaguicidas para recordar aquel hecho y revivir cada año el drama social que representa el uso indiscriminado de productos químicos en la agricultura, en el hogar y la vida cotidiana del campo y la ciudad. Paraguay ha avanzado poco en prevención de intoxicaciones.
Como cada 3 de diciembre desde la década de los 90, posterior a la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, un grupo de organizaciones sociales, ambientalistas, campesinas, investigadores y algunas personalidades interesadas en el tema se reúnen en Asunción para actualizarse en la materia. El problema, por su complejidad y docilidad requiere de soluciones efectivas, ágiles y modernas. A la altura y ritmo de las grandes compañías farmacéuticas y laboratorios internacionales que producen químicos para uso agrícola. Sin embargo los avances en la disminución del uso de plaguicidas en el mundo es casi una batalla perdida.
Los datos en Paraguay reportan que se ha modernizado el sistema de control y monitoreo de casos de intoxicación, según lo explicado por el Dr. Arnaldo Vera del Ministerio de Salud. Pero ello solo es un reporte de casos consumados. El sistema preventivo que debe incluir mecanismos de control más estrictos y sanciones severas para quienes infrinjan leyes ambientales, no está en el panorama. Sigue siendo un discurso de los responsables de la oficinas públicas de dicadas a precautelar los intereses de la población, no solo de aquellos empresarios dedicados a la importación, fraccionamiento, expendio y comercialización de productos agrotóxicos.
La variable económica es tan fuerte que la toma de decisiones con respecto a la regularización de la situación país avanza a paso de caracol. En términos financieros, los datos que publica cada año la Cámara Paraguaya de Exportación de Cereales y Oleaginosas CAPECO, pesa mas en las decisiones del estado para frenar o contener la venta de productos químicos y su utilización sin control.
Hasta el año pasado, el propio presidente de la comisión de medio ambiente de la Cámara de diputados Agustín Perdomo no daba curso al tratamiento en plenaria de un proyecto de ley para reglamentar el ingreso, aplicación y comercialización de estos productos. Su negocio genera alta rentabilidad en materia de comercio con químicos de uso agrícola y su utilización en los cultivos de soja en el Departamento de Canindeyú
Desde esta perspectiva es imposible que el estado paraguayo regule nada. Mucho menos un sistema equitativo en el cual convivan productores orgánicos dedicados a la agricultura intensiva, quienes promueven la agroecología y quienes solo ven soja, cielo y unos buenos dólares reflejados en la zafra.
Organizaciones sociales movilizadas.
Ante este mapa que inclina la realidad favoreciendo a los grandes productores quienes practican la agricultura extensiva, las organizaciones sociales levantan su voz ante la inequidad de la repartición de la tierra, la falta de oportunidades para producir, la discriminación para obtención de créditos a bajo precio, la concentración del expendio de insumos e implementos agrícolas y el avasallamiento de la soberanía alimentaria. Ello, de manifiesto en la hegemonía de los grandes empresarios fuertemente respaldados por capital extranjero y principalmente norteamericano.
En un acto realizado en la Manzana de la Ribera a convocatoria de la Red de Acción en Plaguicidas para América Latina y el Caribe RAPAL, La red Pojoaju de y la Red de Organizaciones Ambientalistas, se presentaron varios casos denunciados durante este año. Igualmente un panorama difuso ya que las cifras oficiales no refúljanla magnitud del problema.
Del encuentro participaron ambientalistas, especialistas en salud. Destacaron la presencia de la Doctora Graciela Gamarra como especialista en el tratamiento de personas afectadas por agrotóxicos y el Dr. Joel Filártiga reconocido por su trayectoria en denunciar y atender casos graves de intoxicaciones masivas, crónicas y agudas.