Paraguay: campesinos rechazan la producción del maíz transgénico y apoyan al Senave
Varias organizaciones campesinas rechazan la producción del maíz transgénico por el “alto costo” y la falta de campo para su desarrollo. Alegan también que su consumo es nocivo para la salud
“Estamos peleando por la defensa de semilla nativa, porque tiene vida y se puede mantener durante años a diferencia de la semilla transgénica”, señaló el dirigente campesino, Tomás Zayas a la 970 AM, justificando la defensa del titular del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), Miguel Lovera, en la intervención del cultivo del maíz transgénico.
Agregó además que el maíz transgénico “puede tener efecto nocivo” y que supuestamente está prohibido su consumo en varios países de Europa y Brasil.
Sin embargo, el coordinador agrícola de Alto Paraná, Rubén Sanabria, desmintió las afirmaciones de Zayas y señaló que “hace años consumimos maíz transgénico procedente de Argentina, y ¿quién resultó afectado? Nadie”, apuntó.
Manifestó que los pequeños productores deben entender la importancia de producir semilla transgénica porque genera más ingreso. “Con la semilla orgánica se producen 900 kilos por hectárea porque tiene un potencial bajo y no se usa tecnología de fertilización, y con la transgénica se producen 4.000 kilos”, explicó Sanabria a la 970 AM.
Añadió que si la agricultura persiste con la tecnología de 1970 “la gente moriría de hambre”.
Este jueves, el Senado aprobó una resolución propuesta por el parlamentario Alfredo Jaeggli que “insta al Poder Ejecutivo a paralizar las intervenciones del Senave, con relación al cultivo de maíz transgénico, hasta tanto se actualice una normativa actual, acorde al desarrollo científico del producto”.