Organizaciones ecologistas denuncian auge de cultivos transgénicos apoyado desde Administración pública
Distintos grupos ecologistas y organizaciones no gubernamentales como Greenpeace, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra o Plataforma Rural, entre otros, han denunciado en una carta de protesta -hecha pública recientemente- el avance de los transgénicos y de la contaminación genética, 'permitido y favorecido' desde las Administraciones públicas
La misiva recuerda que, en el año 1996, Bruselas autorizó la importación de soja transgénica por primera vez. Meses más tarde, se permitió el uso de la primera variedad de maíz transgénico para siembra, y en 1998, se aprobó la directiva de patentes biotecnológicos que abría la puerta a las patentes sobre seres vivos en Europa.
España ha sido durante estos últimos años, según estas organizaciones, 'escenario de prueba de los cultivos transgénicos en la Unión Europea' y en consecuencia, la población agraria está sufriendo 'presiones constantes' para que sus campos se llenen de variedades transgénicas, destruyendo el modelo de agricultura que la sociedad les está demandando.
Estas organizaciones denuncian 'la falsedad de las promesas de la industria biotecnológica', ya que después de su introducción en los mercados, 'los transgénicos han empeorado la calidad de los alimentos, han aumentado la inseguridad alimentaria y el hambre en el mundo', además, 'han contaminado el Medio Ambiente, incrementando el negocio de las grandes empresas transnacionales y la dependencia agrícola en estos productos'.
Mayor conocimiento y rechazo
La carta resalta, como dato positivo, que un alto porcentaje de la población sabe actualmente qué es un alimento transgénico y rechaza su consumo, ya que lo considera 'de alto riesgo' para la salud y el Medio Ambiente.
Por su parte, un sector importante de agricultores considera que, para salvar el modelo de agricultura familiar y social, es necesario conservar las variedades locales de semillas. Por este motivo, se están organizando en un movimiento de agro-ecología que trabaja para crear alternativas en muchos lugares del territorio.
En los últimos años, el trabajo de estas organizaciones se está desarrollando de manera conjunta y coordinada, por lo que, estos grupos denuncian la 'campaña difamatoria que Pilar Galindo, del grupo madrileño CAES (Centro de Asesoría y Estudios Sociales)'.
Estos grupos, por su parte, se reafirman en su posición contra las patentes sobre seres vivos, los cultivos transgénicos, los alimentos transgénicos y la coexistencia de cultivos transgénicos y no transgénicos, 'coexistencia que es imposible desde un punto de vista agronómico y técnico', afirman.
Además, abogan por la agricultura y la alimentación libre de transgénicos, la agricultura ecológica y la soberanía alimentaria, a la vez que rechazan 'la propaganda basada en versiones parciales y tergiversadas de la realidad de los escritos del CAES'.
Terra, Internet, 26-12-06