"No hay excusa para el hambre en Latinoamérica"
Argentina produce 10 veces los alimentos que consume, pero hay mucha gente, y niños, que mueren de hambre. Brasil 8 veces, y es igual. Y América Latina, 3 veces lo que necesita para consumir, salvo Haití, Dominicana y Panamá con problemas de producción
"No hay excusa para que haya hambre en nuestra región, el problema es el modelo de concentración de riqueza y mala distribución del ingreso. Aunque mejoramos, la meta es desterrar la desnutrición gradualmente de aquí a 2025", dijo a Clarín el representante de la FAO para Latinoamérica y el Caribe, José Graziano Da Silva.
En Argentina, donde visitó a funcionarios, a organismos como el INTA y a organizaciones sociales como la CTA, Da Silva indicó: "Estamos rezagados con las metas del milenio de Naciones Unidas". La FAO, con sede en Roma, es la agencia de la ONU para Alimentación y Agricultura.
Ex responsable del plan Hambre Cero en Brasil, Da Silva dijo que en la región hay 53 millones de desnutridos por indigencia (de ellos, 20 millones son niños), dentro de los 216 millones de pobres, 42% de la población. "La pobreza baja y países como Argentina —que hizo una labor sorprendente estos años en seguridad alimentaria—, Brasil, Cuba, Costa Rica, Chile, Colombia o Ecuador mejoran. Pero el resto no tanto, y es un tema que no requiere costos altos —tenemos excedentes de alimentos— sino cambios de políticas públicas".
—¿Qué propone la FA0?
—Está la concentración de riqueza y la mala distribución. Tenemos el continente más desigual, no sólo por ingresos, sino por acceso al agua, la tierra, los bosques, la pesca. Faltan reformas. Y se priorizan las exportaciones antes que el mercado interno. Por ellas y la demanda de China e India mejoraron los precios de nuestros productos, pero debe atenderse más el frente interno.
—¿Cómo le va a Brasil con el plan Hambre Cero?
—Hicimos un informe preliminar que no presentaremos hasta después de las elecciones presidenciales, para evitar su uso electoral. "Fome Zero" es un concepto en evolución. Son planes a largo plazo, y éste fue lanzado por el presidente Lula Da Silva en 2003. Pero hay muchos logros para 11 millones de familias pobres, es muy federalizado y en cada estado o municipio hay mejoras.
Pero, hay 30 subprogramas y no todos andan igual.Deberían integrarse los programas. Una enseñanza de este tipo de planes es no caer en asistencialismo, sino ofrecer a los pobres capacidades para salir del hambre.
—¿Cómo juegan los movimientos sociales en estos temas, como Vía Campesina, o en Brasil el Movimiento de los Sin Tierra?
—Son importantes y valoramos su papel y críticas. Los gobiernos no saben dónde están los pobres, los que pasan hambre. A veces la madre de niños subnutridos lo oculta por vergüenza. Y son esas organizaciones las que saben, están involucradas en las búsquedas de soluciones directamente. También critican, por ejemplo el MST por los atrasos en la reforma agraria. O advierten sobre el impacto ambiental y de dependencia del modelo de producción de soja y transgénicos en general, en Brasil, Argentina y Paraguay. La FAO advierte la necesidad de diversificar la producción agropecuaria.